Educación integradora para el mundo integrado

De acuerdo a un reporte publicado hace un año, hay más de doscientos millones de desempleados en el mundo. En este próximo ano, este número crecerá astronómicamente, mientras que producción global disminuye y recursos naturales siguen siendo más escasos. Este desarrollo constituye un problema enorme para los desempleados, como también para la sociedad y gobiernos, que no tienen el poder de pararlo.

Mientras que los desempleados crecen globalmente, la necesidad de un curso de educación comprensiva, que explica el nuevo mundo integrado y sus leyes gobernantes, será indispensable en la prevención del tipo de derramamiento de sangre y malestar que vemos que ya se esta empezando a materializar.

Entonces que es este “nuevo mundo” que la crisis global nos esta trayendo? Bueno, si tomamos un paso atrás y analizamos la palabra “crisis,” no tiene una connotación negativa. Más bien, significa una nueva etapa similar al nacimiento.

Sabemos por experiencia que la transición de un estado al otro es difícil, porque conlleva salir de tu zona cómoda. No importa si es cambiar de trabajo o modificar cualquier otro aspecto de la vida, tenemos la tendencia de resistir el cambio y preferimos quedarnos dentro del sistema de operación familiar.

Tomando esto en consideración, hay dos aspectos a esta crisis global. De un lado, estamos sintiendo aflicciones genuinamente terribles y dramáticos; diluvios terribles, terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, disturbios y guerras, revoluciones, derramamiento de sangre en las calles, y perspectivas que disminuyen la posibilidad de un futuro brillante. Del otro lado, podemos ver el apuro corriente como los dolores normales del proceso que todavía no reconocemos, uno en la cual transitamos de un estado al otro.

Estos Dolores se pueden comparar como las de un bebe pasando por el proceso de parto. Imagina un bebe pacíficamente creciendo dentro de la vientre de su madre-un lugar seguro y protegido. El parto, sin embargo, se inicia por medio de un proceso “desagradable”: la madre siente una tensión inmensa y siente contracciones, mientras que él bebe también siente tremenda presión pero no tiene idea que esta pasando. Y así es como nuestro estado presente es similar a los dolores de parto.

Hemos pasado por estados similares en otros tiempos de la historia, aunque no fueron tan trágicos o radicales como para justificar llamarlos un “parto.” Lo estimamos como faces transitivas o de desarrollo en la historia humana.

Y aun nuestro estado presente es diferente. En el pasado siempre hemos tratado de revelar u obtener nuevas alturas. Predijimos condiciones revolucionarias potenciales de naturaleza social o técnica, y el cambio fue afectado por resultado de nuevos objetivos, por medio del descubrimiento de nuevas tierras, invento de armas innovadoras, o la implementación de nuevas tecnologías como el internet, que han revelado un completamente nuevo nivel de conexión entre nosotros.

La diferencia es que estas innovaciones nunca han sido globales en la naturaleza. Nunca han influenciado todos los aspectos de la vida humana, ni han impactado a los seres humanos en una más grande escala, incluyendo cada país y continente, cada familia e individuo. Hoy-en-día, el nuevo toque revolucionario (evolucionario!) incluye todo lo previamente mencionado.

Desorientado y desconcertado, estamos creciendo de una manera más consciente del hecho que algo esta ocurriendo, pero todavía no estamos seguros de que es ese “algo.” La crisis que estamos sintiendo es similar al estado que precede el parto. Nos presiona más y más con cada día que pasa, individualmente y colectivamente.

Tal como aparentemente no podemos resolver el descenso de la economía, no tenemos el poder de invertir las décadas en tendencias de separación de las familias o la elevación astronómica en depresión, suicidio y el abuso de drogas y alcohol. Mas que nada, el denominador común aquí es que en todas las áreas de nuestras vidas sufrimos de una ausencia completa de entendimiento de la causa principal de estos problemas.

Además, por primera vez en la historia humana, esto esta ocurriendo a una escala global e integral. Literalmente no hay “donde correr” a escapar de estos asuntos, aun si uno tuviera los medios. Y lo peor es que no sabemos lo que nos espera en el futuro.

En revoluciones del pasado, las estructuras económicas y sociales que nosotros aspirábamos eran más progresivas que los que remplazaron. La abolición de la esclavitud, por ejemplo, abrió el camino hacia una sociedad mas civilizada. Aunque cambios drásticos iniciaron nuevos levantamientos, guerras civiles y religiosas, gente, por su parte, anticiparon un futuro más brillante al fin de todo.

Presentemente, sin embargo, todos estamos bajo un proceso global la cual nunca hemos visto. Este proceso encubre no solo la sociedad y el individuo, pero se extiende al clima y la ecología. (Mirando atrás a la evolución de nuestra especie, calentamiento global y temporadas de enfriamiento siempre han requerido grandes adaptaciones en la humanidad, como grandes comunidades siendo forzados a emigrar de Siberia y Asia a Europa.)

Mientras que en el pasado revoluciones ocurrieron por razones concretas (cambio de clima, nueva tecnología, régimen despótico, etc.), hoy todos los cambios están ocurriendo simultáneamente y en cada nivel. Simplemente hablando, personas ya no pueden reconciliarse con el mundo en la cual viven.

Aun en los sistemas, en las cuales hemos llegado a depender para nuestra supervivencia, están rotos, incluyendo la industria de alimentos, el Mercado de trabajo, la familia, los sistemas de educación y seguridad, y así.

Hemos llegado a un estado general en todas las áreas de nuestras vidas donde aparentemente nada funciona como debe. Y con las herramientas que actualmente tenemos a nuestra disposición, no podemos predecir con ningún grado de certeza como esta fase de nuestra senda evolucionaria se vera en el futuro.

Es posible estudiar estas leyes de este nuevo mundo integrado y así aprender a satisfacer esta demanda? Podemos ver hacia adelante y asegurarnos que la senda que hemos elegido es correcta? Podemos calcular nuestro futuro de ante mano?

Si la respuesta es si, podemos facilitar nuestro progreso y evitar vagar innecesariamente en la oscuridad. Si no, continuaremos haciendo los mismos viejos errores, solo que ahora el costo será mucho, mucho más alto.

En vista de lo anterior, debemos enfocarnos a desarrollar un curso de educación para todo el mundo. La meta es tan vital como simple: abrir los ojos de las personas a una nueva realidad en la cual nos encontramos, a ver un futuro que no es solo posible pero inevitable (ciertamente, para él bebe solo hay una manera de salir), y ensenar al mundo como realizar la transición del estado existente al futuro en la mas rápida, menos dolorosa manera posible.

Como vivir en un nuevo mundo.

En primer lugar, es imposible gestionar en el nuevo mundo cuando cada uno piensa solo en si mismo. Tenemos que pensar en todos. No hay otra opción. Esta es la ley de la naturaleza que esta siendo revelada en nuestros tiempos.

En segundo lugar, cada miembro de la sociedad deberían de estar preocupados por los demás, como órganos en un solo cuerpo. En el mundo global, no es necesario construir sistemas egoístas para los medios de comunicación, gobiernos, sistemas sociales, de salud, educación, etc., los cuales el día de hoy no les importa lo que suceda con los demás. Con lo que deberíamos de estar preocupados es en como construir a una personas saludable en una sociedad saludable. Todos los sistemas deberían de estar enfocados en este propósito. Lo que significa que debe de haber solo un plan general.

Los líderes de la sociedad deben entender que necesitamos integrar y aceptar la responsabilidad mutua, y usar nuestras voces y votos para insistir en esto. De lo contrario, cada uno seguirá con su proteccionismo, lo que llevara a la oposición y la destrucción de la naturaleza.

Debemos aspirar por esta misma relación de beneficio mutuo exista en la familia, la educación para nuestros hijos, colonias, ciudades, naciones y en el mundo entero. Esto significa que no necesitamos desarrollar sistemas independientes y específicos para la educación, cultura, y salud, sino tenemos que trabajar en círculos, pasando de círculos pequeños a círculos mas grandes, y eventualmente abarcar a toda la humanidad.

Tenemos que re-estructurar todas las organizaciones internacionales de diferente manera, para que este sea su objetivo y como orientar todas sus actividades hacia eso. Todas las leyes en el mundo deberían reflejar su naturaleza integrada, para que así la integridad se convierta en la ley esencial de nuestra existencia. El liderazgo, las cortes y los sistemas de derechos humanos deberían estar orientados solo hacia eso.

Lo que nace de las leyes integradoras influye en todas las esferas de nuestras vidas, incluyendo fabricas, empresas y negocios. Si una empresa no concuerda con el sistema de producción esencial, es como una astilla que entra en un cuerpo y afecta y perjudica a todo el cuerpo.

Esta es una percepción completamente nueva, según la cual nadie tiene el derecho de obtener ganancias exorbitantes de los demás. En lugar de eso, podemos descubrir que es buen negocio el trabajar juntos para beneficio mutuo para todos los involucrados. Esto es totalmente opuesto a nuestro enfoque actual y todo va a cambiar de acuerdo a ese mismo.


¿Vientos de cambio o una revolución de las hormonas?

 

El comienzo

Tomaron Wall Street, tomaron Boston, tomaron LA, tomaron Nueva Jersey, tomaron… ¿De dónde procedía esto que para muchos se convirtió en el viento del cambio? Levantó esperanzas y deseos de miles de personas y los llevó hacia Liberty Plaza, y por tres meses se convirtió en sede de una nueva sociedad: la sociedad de Wall Street. Fuera lo que fuera lo que desencadenó este movimiento, fue rápido y potente, y creció hasta convertirse en un fenómeno histórico único, que apenas si se había visto en los Estados Unidos. Era como si alguna fuerza invisible arrastrara los corazones de la gente, lanzándolos a la vorágine de los acontecimientos, impulsados por sus aspiraciones de justicia social, seguridad y, la libertad de simplemente ser. ¿Qué fue esta fuerza? y ¿Está aún presente?

Occupy Wall Street (OWS) es un movimiento de protesta que comenzó el 17 de septiembre de 2011 en el parque Zuccotti (ubicado en el distrito financiero de Wall Street en Nueva York), fue iniciada por el grupo activista canadiense Adbusters. Las protestas eran en contra de la desigualdad social y económica, el desempleo, la codicia, la corrupción y la influencia indebida de las empresas en el gobierno, especialmente las del sector de servicios financieros. El lema de los manifestantes “Somos el 99%” se refiere a la creciente desigualdad de ingresos y riqueza en los Estados Unidos entre el 1% más rico y el resto de la población. Este movimiento en la ciudad de Nueva York suscitó protestas similares alrededor del mundo. (Wikipedia, la enciclopedia libre, “Occupy Wall Street“)

El movimiento fue inspirado por el levantamiento de la Plaza Tahrir de Egipto y las acampadas españolas. Los manifestantes juraron poner fin a la corrupción adinerada del país y también apoyar la justicia social en todo el mundo: “Nos haremos más fuertes en nuestra solidaridad y seremos escuchados, no sólo en Nueva York, sino que nuestro eco llegará a todo el mundo” (NYCGA)

En aproximadamente dos meses, las protestas se dispersaron por todo el país. En solidaridad con la toma de Wall Street aparecieron nuevos “campamentos” en las capitales de otros estados y en pequeñas ciudades y pueblos. De acuerdo a información en Internet, en pocas semanas la OWS se unió a más de 900 grupos en otras tantas ciudades del país. Incluso se hizo internacional con tomas en Australia, Londres y varias ciudades importantes.

El movimiento que comenzó como un pequeño grupo de manifestantes en el parque Zuccotti, tuvo apoyo de grandes sindicatos, líderes progresistas y de algunos políticos influyentes. Sobre el movimiento de Wall Street hubo declaraciones del presidente Barack Obama y comentarios políticos desde el extranjero. Un líder iraní dijo que esta oleada de protestas en los Estados Unidos era un reflejo de un problema grave que, predijo, en definitiva derrocaría el capitalismo en América. Ayatollah Ali Jamenei afirmó que los Estados Unidos están en una total crisis porque sus ” fundamentos corruptos fueron expuesto al pueblo estadounidense”.

Durante las tres primeras semanas, la OWS fue ignorada por los medios, mientras que las estaciones de radio y televisión independientes inundaban su espacio entrevistando, a organizadores, manifestantes, curiosos, turistas, profesores, estudiantes, policía, personas sin hogar e incluso los fumadores “hierba” que se trasladaron a la parte occidental del parque. Se dieron algunos casos de violencia, detenciones y enfrentamientos, pero en su mayoría, todos se comportaron razonablemente bien y las personas se observaban unas a otras con curiosidad e interés.

Organizadores de la OWS evitaron un liderazgo estructurado a fin de no ser “secuestrados” por agentes del Gobierno o por oportunistas guiados por sus propios intereses. Mientras que muchos estadounidenses insistían en que los manifestantes necesitaban hacer una lista de demandas, exponer sus principios y establecer una estructura de poder bien definida, la Onion Press, una red que hace parodia de las noticias, reiteró sus sarcásticas perspectivas, para demostrar la incapacidad de los estadounidenses para hacer frente a la vida:

“Los manifestantes necesitan unificarse alrededor de una agenda compartida con objetivos políticos precisos, así que puedo ignorarlos” dijo Kate Petrachonis de Tulsa, quién respondió a una encuesta, haciéndo eco de los pensamientos de millones en todo el país. Si no tienen, ante todo, una clara estructura de poder organizada en torno a demandas específicas, entonces nunca voy poder entenderlos, debido al conflicto de intereses políticos o la incapacidad para comprender conceptos económicos complejos y detallados. Estas personas necesitan repensar el movimiento.” Hasta que la OWS tenga un conjunto de objetivos concretos, la mayoría de los estadounidenses, dijo, volverían a esperar que la economía se recupere lentamente mientras que, ciegamente aceptaran las cosas como están.”

Desde que OWS comenzó, ha sido vista, por algunos, como un evento serio y pacífico; por otros como una broma, una especie de fiesta de Halloween o “una revolución hormonal”. Pero la mayoría de los visitantes del parque Zuccotti parecían estar realmente inquietos sobre el destino del movimiento y sus simpatías se inclinaban hacia los ocupantes. Hubo mucha preocupación de que se perdiera la conexión humana en Liberty Plaza. A tal grado que cientos y a veces miles de personas iban a diario – para conseguir esa dosis adicional de camaradería, con la energía rejuvenecedora que venía de la reciprocidad natural, de los abundantes apretones de manos y sonrisas. Caminaban por ahí e iniciaban charlas casuales con extraños que, de repente, se sentían como familia, se unían a conversaciones de grupos, bailaban al son del alegre batir de tambores brasileños, comían comida fresca cocinada en el campamento, trabajaban como “micrófono humano”: todo esto se convirtió en parte de la rutina diaria de la sociedad de Wall Street y la gente fue atraída, independientemente de su impresión del movimiento.

Lo que destacó fue que a pesar de su naturaleza aparentemente caótica, la sociedad de WS vivió, trabajó y respiró al unísono. Al principio, parecía una “rebelión de hormonas”, pero mientras más duraba, más difícil se hacía descartar la presencia de una nueva entidad emergente, que aglutinó a la gente, hasta que empezaron a sentirse inseparables de este colorido organismo diverso y extraño, donde todos eran una parte vital y esencial.

¿Por qué ahora?

Como dijo Joseph Stiglitz, “La crisis económica nos presenta una oportunidad única para buscar el cambio.”

Si analizamos las crisis que están teniendo lugar en cada país, es fácil ver que en la raíz de todas ellas se encuentra la injusticia social, económica y política, causada por la avaricia. Esto es apenas noticias. Durante miles de años, la historia humana, ha estado llena de estos vicios. Así que ¿Por qué hay tal malestar ahora?, ¿Por qué a escala global?, y ¿Por qué todos protestan simultáneamente?

 

Las respuestas puede encontrarse en la estructura y la evolución de la naturaleza humana, afirma Jean M Twenge y W Keith Campbell en The Narcissism Epidemic: Living in the Age of Entitlement (Free Press, 2009). Dicen que somos narcisistas, y que, nos ponemos en el centro y “juzgamos” a los demás según el beneficio que nos pueden traer. Así es cómo nos conectamos con el mundo, a través del cristal con el que lo miramos. Sin embargo, esto es precisamente lo que debemos evitar para tener éxito en la era de la globalización, cuando el mundo esté interconectado y sea interdependiente. De acuerdo con Campbell y Twenge, para tener éxito, debemos desear el beneficio de aquellos a quienes estamos conectados, tanto como lo deseamos para nosotros mismos.

Por lo que se deduce que, como un ente único, debemos afrontar los hechos: el futuro de la raza humana exige la cooperación de todos sus miembros. La realidad dicta que declaremos nuestra interdependencia. En resumen, “La búsqueda de la felicidad no es un objetivo solitario. Estamos conectados, y también lo está nuestra satisfacción. (J.H. Fowler, científico político y social)


¿Superquebrado, Superaustero, Superpoder?

¿Lo qué L. Thomas Friedman predijo hace un año, en su articulo, lo estamos viviendo hoy. Estaba expresando su punto de vista sobre la transición de los Estados Unidos en ser la superpotencia del mundo a una “superpotencia frugal” cuya austeridad afectaría aún más al mundo. Afirmó que desde la gran recesión de 2008, “la naturaleza de ser un líder, político y empresarial, ha estado cambiado en América”, y ahora sus lideres han quitado en ves de dar al pueblo. Friedman dijo que los líderes de América, mientras que privan a sus votantes, no iban a ahorrar dinero en la política exterior y las guerras. Sin embargo, tarde o temprano, tendrían que hacerlo. El citó el Secretario de Defensa Robert Gates, quien había advertido que reducciones vienen, que afectarían el globo.

El periodista refirió al libro (Américas Global Leadership in a Cash-Strapped Era), escrito por Michael Mandelbaum, experto en la política exterior de la Universidad John Hopkins, enfatiza que para el año 2050, las pensiones y beneficios de salud que suministra el Gobierno representara un 18% de todo lo que Estados Unidos produce. Escribió: “Esto… fundamentalmente transformar la vida pública en los Estados Unidos y por lo tanto, la política exterior del país” y añadió que la palabra “más” la cual es nuestra definición consigna se esta remplazando con la palabra “menos”.

Friedman continuó a construir su análisis de la información proporcionada por Mandelbaum, quien afirma que cuando la única superpotencia se carga con una pesada deuda, esto se reflejará en todo el mundo. También destacó que durante el siglo pasado, la política exterior norteamericana proporciono al público mundial con muchos beneficios-de la apertura del comercio a la contención de contraterrorismo, y que el poder de Estados Unidos había sido la clave para mantener la estabilidad mundial. Aunque Mandelbaum esta seguro que no desaparecerá, piensa que ese papel sin duda disminuirá y concluye que “ningún país está listo para sustituir a los Estados Unidos”.

Viendo las posibilidades de quien podría, a Europa como ricos pero débiles y China como “ricos a nivel nacional pero todavía muy pobres a nivel individual”, que no les permitirá permanecer concentrado interiormente y regionalmente. Por su parte Rusia, el afirma “borracho en petróleo, puede causar problemas pero no proyectar poder.” Por lo tanto, Mandelbaum predice que el mundo se convertirá en un lugar más desordenado y peligroso.

Para mitigar esta tendencia, el sugiere:

1. Retornar a una senda sostenible al crecimiento económico y reindustrialización, no importa el sacrificio, o el trabajo duro y el consenso político que requiere, lo cual implica considerar intereses comunes.

2. Establecer prioridades: a pesar de que Estados Unidos desean tener éxito en Afganistán, no es vital; por lo tanto, deben cesar la guerra.

3. Por último, tenemos que reducir nuestra deuda y la mejor manera de hacerlo es con una sola cosa, un impuesto de gasolina mucho mas alta.

Friedman resume que América está a punto de aprender una lección muy dura: puede llegar a la prosperidad en corto plazo por medio de deuda, pero no al poder geopolítico en el largo plazo.

http://www.nytimes.com/2010/09/05/opinion/05friedman.html



¿Por qué la educación global?

Mucha gente no entiende cómo el fracaso de nuestro sistema educativo puede ser debido a la falta de unidad entre nosotros. De hecho, lo que hoy día se llama “educación” ofrece el conocimiento, pero no fomenta el desarrollo de un ser humano. Las escuelas no educan a los niños para ser personas felices y funcionales, sino que saimplemente proporcionan una cierta cantidad de conocimientos en matemáticas, historia, física, y otros temas.

La sociedad espera que el sistema educativo le ayude a criar a un niño, pero, de hecho, apenas hace el trabajo. Cada vez es más claro en los resultados y en las materias cursadas. ¿Cuántas lecciones y discusiones en clase están encaminadas a respaldar a un ser humano? ¿Existe tal preocupación? Incluso cuando los educadores se preocupan por esto, sus manos están atadas por las regulaciones gubernamentales y los conflictos por las demandas de los padres. Los programas escolares están llenos de ciencias y “humanidades”, pero no parece que podamos descifrar por qué estamos teniendo tantas dificultades con nuestros hijos. Cuando terminan la escuela, los problemas se intensifican.

Hoy en día, las escuelas producen trabajadores capacitados para laborar en diversas empresas (ya sea un ingeniero o un mecánico de automóviles). La tarea de la educación es preparar una “unidad” para que ocupe su lugar en el sector de la industria. Las juntas Directivas de nuestra educación no califican en que tipo de persona uno se convertirá, o como vivirá la persona, ni tienen modelos viables sobre cómo hacer esto. Eso es porque el sistema educativo no establece una meta de elevar a una persona sana, al ser humano.

El sistema educativo nunca se ha dirigido a esto. La escuela tal como la vemos hoy, fue inventada con el propósito de enseñar a las personas que trabajaban la tierra y criaban ganado a leer y a escribir para que pudieran trabajar con máquinas, entender las leyes básicas de la ciencia, y siguieran las instrucciones. Tal fue la base de la escuela moderna y se mantiene hoy en día.

Ahora, debemos avanzar hacia el verdadero sistema de “educación y esto es algo completamente nuevo. No se define por el número de clases o cuáles clases una persona haya tomado. Un ser humano es aquel que siente su relación con todos los demás. Sólo esta conexión le permite a una persona ser llamada ser humano, no la cantidad de conocimientos adquiridos.

Si tenemos éxito en la obtención de conocimiento por sí solo (digamos que en química y física), sólo ayudará a la invención de sustancias nocivas y armas mortales, los conocimientos adquiridos en la escuela se combinaran con el egoísmo exagerado en el mundo. Nuestros niños aprenden a usar a los demás con sus conocimientos recién adquiridos, lo que define su éxito en la vida. La educación sólo es determinada por la profesión elegida y por cuánto paga. ¿Es eso educación?

La educación de hoy determina la profesión que uno debe elegir, la que más pague. ¿Puede esto llamarse la educación? Tenemos que diseñar un nuevo sistema educativo que enseñe a nuestros hijos a ser seres sanos en el nuevo desarrollo del mundo global, un sistema que nutra en lugar de solo darles lecciones, y que la enseñanza sea por medio de ejemplos de altruismo, y conducta equitativa.

Si la gente ve que hay un nuevo sistema que ofrece una verdadera educación para sus hijos, responderá de manera inmediata, porque el problema de la educación es evidente para todos. Hoy la gente ni siquiera quiere tener hijos porque no tienen nada que ofrecerles. Prefieren no traerlos a este mundo de sufrimiento y dolor.

Por lo tanto, debemos darnos cuenta de que todos los problemas de la sociedad y de nuestras vidas personales son causados únicamente por la falta de conexión entre nosotros.

If I Could Change the World…

Young men and women spoke to us in 2008. The issues they presented are still challenging us with even stronger severity. They are different , but known to all of us in various forms. How to fix it? Why don’t we sit down at the round table and look for solutions together?! From the point of our realization that we can fix it only together.

 

 

¿Qué está pasando con nuestra juventud?

Cada vez más los jóvenes están sucumbiendo a la depresión y a una falta de cuidado y preocupación por ellos y otros, lo que se ha manifestado a su vez en conductas temerarias como el uso de droga, promiscuidad sexual, y actos horrendos de violencia hacia ellos u otros. ¿Qué ha provocado la desesperación que nuestra generación joven está experimentando hoy? Ellos no están satisfechos con los placeres que las generaciones anteriores disfrutaron.

Cuando me senté para leer el periódico, los titulares me golpearon una vez más. Un adolescente caminó hacia una multitud en un centro comercial en un día de fiesta y disparó, matando a ocho personas. ¿Qué podría llevar a una persona joven con un futuro brillante delante para cometer tal acto desesperado? Entretanto, la sobrina de un estimado amigo se aferra a la vida en un hospital después de tragar una botella de píldoras en una tentativa de suicidio. La depresión entre los adolescentes ha alcanzado proporciones epidémicas.

¿Qué está pasando a nuestra juventud? ¿Los adolescentes no son demasiado jóvenes para ser agobiados por sentimientos de desesperación y desesperanza? Hay muchos países en el mundo dónde la desesperación sería comprensible—países dónde la increíble privación, pobreza, inanición y violencia es una realidad diaria. Pero esto es los Estados Unidos—varios de estos niños vienen de la opulencia, hogares amorosos dónde ellos tienen cada ventaja que el dinero puede comprar. Uno pensaría que ellos deben ser mucho más realizados que las personas de países que luchan para alimentarlos, educarlos, y alojar a sus ciudadanos, pero realmente es muy por el contrario. La depresión es un fenómeno que existe en las sociedades más desarrolladas y no en las que está esforzándose por sobrevivir.

Al otro extremo del espectro, nosotros vemos un número creciente de personas que están estancados en la niñez—incluso en las generaciones de los veinte, treinta años y más allá. Ellos podrían comerciar sus autos de juguete Ruedas Calientes por la cosa real y participar en juegos más caros, pero ellos todavía son niños, que se rebelan contra cualquier tipo de responsabilidad en el mundo adulto. Nosotros vemos el impacto en áreas tan diversas como el quiebre de las familias Americanas, el número de registro de declaraciones de quiebra, y los negocios con problema están teniendo repercusión en la contratación de obreros responsables, maduros.

Aunque es duro admitir, personas jóvenes y adultos están enfrentando una crisis social, y nadie parece realmente saber por qué. Los invitados en programas de entrevistas se han vuelto millonarios exponiendo estos problemas y entrevistando “expertos.” Políticos empujan sus propuestas sociales y programa de reformas, y las comunidades pasan más y más leyes en un esfuerzo por controlar la conducta, pero éstas son todas reacciones automáticas al problema. Para afectar el cambio real, nosotros debemos encontrar la fuente del problema.

Identificando la fuente

Para identificar la razón detrás de la conducta de nuestra juventud, primero, tenemos que examinar nuestra misma naturaleza y ver cómo evoluciona. La sabiduría antigua mundana, así como la psicología moderna, sostiene que la fuerza motivante detrás de todas nuestras acciones es nuestra necesidad por placer. En otros términos, cada acción que una persona toma, no importa cuán pequeña sea, se incita por un poco de deseo para ser satisfecho.

Pero hay más: este deseo por el placer evoluciona continuamente dentro de la humanidad, propulsándonos constantemente a buscar nuevos tipos de este. Esta evolución empezó con nuestros deseos más básicos: aquéllos que nosotros debemos lograr para sobrevivir, tales como la necesidad por la comida, sexo y resguardo. En otros términos, años atrás, teniendo comida buena, un compañero(a), y un tejado encima de la cabeza de uno, era la última felicidad.

Un tiempo más tarde en la evolución de la humanidad, nuevos tipos de deseos emergieron—los deseos sociales. Estos deseos surgieron cuando las personas empezaron a actuar recíprocamente o interactuar dentro de la sociedad, lo que incluye el deseo por la riqueza, fama y poder. Nosotros hemos evolucionado a través de estas necesidades por miles de años, actualizando cada posible combinación y aspecto de ellos. Desde esta perspectiva, las estrellas cinematográficas, ídolos deportivos o políticos son todos “manifestaciones” del deseo social que evoluciona dentro de la humanidad.

Pero hoy, un nuevo deseo está apareciendo en la humanidad–que nosotros no podemos lograr a través de la satisfacción física, ni a través de la interacción entre sí. Esta necesidad todavía es muy difícil para nosotros definirla, y no estamos seguros de cómo encontrarla—ella es la necesidad de comprender el propósito de nuestra existencia. Aunque ha habido siempre individuos en cada generación que se preguntaron “Por qué yo estoy aquí?”, ahora es la primera vez en la historia cuándo esta pregunta se levanta en las masas de personas y exige ser contestada.

El precio del descontento

¿Así cómo esto se relaciona a la crisis que nuestra generación más joven está enfrentando? Porque ellos están en el punto más alto de la evolución de los deseos, ellos inherentemente se dan cuenta que el dinero, fama y poder no les traerá verdadera felicidad. Esto no significa que los niños de hoy no tienen deseo por alguna cosa; al contrario, ellos tienen montones: ellos solo no saben cómo satisfacerlos.

Es bastante simple: Si yo realmente quiero un cachorro para mi cumpleaños, yo no voy a estar contento si tú me das un closet completo con ropa nueva. Aun si la ropa luce muy linda en mí, ellos simplemente no satisfarán lo que yo quiero internamente. Porque nuestra juventud, es así con cualquier tipo de placer. Ellos van de un deseo al próximo a velocidad de un rayo, y continúan encontrándose insatisfechos.

Cuando ellos son adolescentes, muchos niños se desilusionan por la cínica habilidad de sus padres de mostrarles cómo estar felices. Ellos no ven por qué deben trabajar duro para lograr las metas que los adultos les pusieron para ellos. Por otro lado, ellos no saben para que esforzarse más.

Para nosotros, puede parecer que los niños de hoy son perezosos, pero su falta de motivación realmente es una expresión de desesperación. En casos extremos, su desesperación es tan dolorosa que la vida en sí misma parece vana y el suicidio parece ser la única respuesta.

Para hacer frente a esto, muchos adolescentes adoptan la actitud “la vida es corta; coma el postre primero”, gastando su tiempo persiguiendo después cualquier placer, con tal de que sea fácil de obtener. El resultado es este “niño perpetuo,” incapaz para mantener una familia o trabajo, ya que requiere un esfuerzo real. Estos niños también son vulnerables a recurrir de drogas, alcohol, y los esquemas de conseguir-ser-rico-rápido, ya que todo éstos prometen intenso placer por virtualmente ningún esfuerzo. Otros adolescentes reaccionan a su sentido de vacío con el enojo, arremetiendo contra los padres y la sociedad, que han sido incapaz de proporcionarles un propósito significativo para sus vidas. Y a veces, este enojo explota en violencia horrible, como los tiroteos del centro comercial.

Respondiendo a sus necesidades

La incapacidad de la generación más joven para entender y satisfacer sus deseos es la misma fuente de sus problemas. Sin la guía de las generaciones anteriores, los adolescentes andan a tientas en la oscuridad así ellos intentan encontrar maneras de satisfacer estos deseos anónimos que viven en la juventud de hoy. La popularidad de películas como Matrix, El Señor de los Anillos, y Harry Potter reflejan el deseo por algo más allá de lo que nosotros podemos encontrar en este mundo. Su interés en las prácticas en Nueva Era (New Age), misticismo y filosofías Orientales también apunta a la necesidad creciente de las personas jóvenes por encontrar el significado en la vida.

Para ayudar a nuestros niños, nosotros debemos permitirles saber que hay una razón para el vacío y confusión que ellos sienten. Nosotros necesitamos mostrarles donde ellos encajan en el curso general de desarrollo de la humanidad—y que se les permita ver que ellos representan la fase final en la evolución de deseos. Y nosotros tenemos que proporcionarles una manera para desarrollar y lograr sus deseos.

Es nuestro deber para darles una comprensión tangible del propósito de su existencia, el que descansa en la opción consciente de una nueva, superior, realidad que nosotros, juntos, podemos construir–la realidad de una sociedad armoniosa, altruista–y, por eso, subir al próximo nivel de la evolución humana. Y una vez que nuestros niños sepan cual es su propósito, ellos se motivarán para perseguirlo. La apatía, enojo, depresión y desesperación encauzarán la misma energía apasionada con que sus padres y abuelos siguieron “el sueño americano” —la búsqueda por dinero, honor y fama.

Nuestros niños podrán ir a lugares y lograr estados de felicidad ilimitada, pero nosotros debemos proporcionarles las herramientas y guía para su viaje. Haciéndolo así, nosotros los salvaremos de mucha miseria, les permitiremos encontrar su verdadera felicidad, y los aceleraremos a todos en el camino hacia el verdadero propósito de la existencia.

 

La necesidad de educación integradora


La noción de educación es normalmente asociada con niños, pero quizá es el momento de reconsiderarlo. Echemos un vistazo a algunos problemas comunes que hoy azotan a adultos:

■Pérdida de dirección en la vida e incapacidad para alcanzar una vida buena y satisfactoria;
■Falta de habilidad para realizar nuestros deseos, tanto en cosas necesarias como en lujos;

■Frustración debido a la incapacidad para mantener a la familia;

■Preocupación por nuestros hijos, muchos de los cuales actúan peor cada día y se rebelan contra la autoridad paterna;

■Pesimismo agudo que resulta en desesperanza y falta de confianza en nosotros mismos, desconfianza hacia aquellos cercanos a nosotros y hacia todo el mundo;

■Drogas y abuso de alcohol y para evitar centrarse en estos sentimientos y hacerse la vida tolerable.

Estos y otros problemas apuntan a una cuestión: no estamos preparados para vivir en el mundo como es actualmente. El enfoque que operó con nuestros padres y abuelos ya no funciona. Quizá, es el momento de considerar la reeducación para adultos.

Hasta hace poco, ser adicto al trabajo era casi honorable; significaba ser un trabajador riguroso, y una persona responsable. Pero, poco a poco, nos olvidamos de por qué estamos trabajando. Nos hemos convertido en “esclavos modernos”, y sólo perseguimos tener “más, más grande y mejor”. La cultura pop que nos ha impuesto la propaganda y las empresas, cuyo único interés es vender sus productos como sea posible, nos han lavado el cerebro. Hemos sido atrapados entre el materialismo y la auto indulgencia egoísta.

Incluso, los que son económicamente solventes, no tienen tiempo para disfrutar de la vida debido a la constante preocupación por el mañana. Parece que el juego de hacer dinero, donde se juzga el éxito por la cantidad de juguetes adquiridos terminó, y ahora no sabemos qué hacer. Pero, cuando no quedan opciones, es cuando se está dispuesto a cambiar

No debemos temer a los cambios que la situación mundial nos está imponiendo. Estos cambios sólo nos recuerdan que cada uno de nosotros somos un ser humano, no sólo un objeto para explotar. La crisis está aquí para que, finalmente, cambiemos nuestras vidas. Pero primero, tenemos que encontrar el coraje para hacerle frente a lo que estamos viviendo hoy.

Tenemos que hacer una lista de nuestros defectos sociales y discutir cómo podemos corregirlos. Al construir una sociedad nueva, con responsabilidad mutua y un entorno que nos cambie podremos construir una vida nueva y plena.

¿Qué necesitamos para lograr seguridad, bienestar genuino, construir una vida familiar feliz y proporcionar educación adecuada para nuestros hijos? ¿Qué necesitamos para que todos obtengamos, no sólo un trabajo, sino también satisfacción en la vida y una atmósfera de esperanza y confianza?

Para ello, necesitamos cambiarnos a nosotros mismos. La sociedad es cada uno de nosotros y nuestras relaciones. ¡Comencemos a cambiar! ¿Cómo es esto posible? La única libre elección de una persona, la única manera de cambiarnos a nosotros mismos y a la sociedad es a través de la influencia de nuestro entorno.

El valor del entorno

Fuimos educados para creer en el Sueño Americano–para salir adelante y adquirir tanto como sea posible. Pero ahora nosotros podemos cambiar todo a nuestro alrededor y construir un nuevo, sistema altruista. Éste se volverá nuestro nuevo entorno, adecuado para nuestro mundo cambiante. ¡Juntos, nosotros podemos hacerlo!

Nadie vendrá y nos dirá qué hacer; es inútil el predicar a nosotros–“Detén la lucha y hazlo!” Nosotros necesitamos tomar la responsabilidad, seamos sabios, y construyamos nuestro nuevo ambiente. La naturaleza nos dio a cada uno de nosotros el propósito para que podamos llegar a ser una sociedad que es dependiente el uno del otro y puede usar esta dependencia para cambiar. Elevémonos y transformémonos solo a través del entorno social.

Porque ahora, el sistema de educación altruista que en estos tiempos están llamando no existe. Nosotros debemos tomar la responsabilidad para nuestra propia educación–cambiando de las consideraciones egoísta a las consideraciones altruistas. Sólo juntos podemos acometer esta valiosa y desafiante tarea para construir un ambiente que nosotros podamos sentirnos seguros y orgulloso de ello.

Nosotros somos una nación ingeniosa. Si aplicamos nuestras habilidades analíticas, podemos empezar a reconocer la inmensa destrucción forjada por nuestro egocentrismo (el único mal en los seres humanos). Una vez que nosotros lo hayamos reconocido, podemos ayudar el resto del mundo—el cual se está volviendo un solo ambiente global—reconociendo que somos todos responsables el uno del otro.

Es improbable que alguien aparezca mágicamente en este planeta y empiece a enseñarnos como si nosotros estuviéramos en un jardín de niños global. Esta crisis no nos dejará hasta que todos y cada uno de nosotros empiece a hacer las opciones conscientes sobre el presente y futuro de toda la humanidad.

Cada persona, hombres y mujeres, deben subir arriba de su ego personal y transcender al nivel de cooperación, compasión, colaboración, responsabilidad mutua, y amor por cada uno entre sí. Esto es lo que significa ponernos–en el verdadero nivel humano. Para llegar a ser más que animales de dos-patas, debemos conscientemente, pensativamente, y sabiamente educarnos que nosotros ya no somos auto-suficientes. Hoy, somos una nación global, cuya patria es la Tierra Planetaria.

Aceptado, el principio de nuestro camino como una nación global probablemente mostrará una curva de aprendizaje cuando nosotros empecemos a entender las cosas más claramente. Empezaremos trabajando en mesas redondas, deliberando como iguales, y por dirigir seminarios para que aprendamos a sacar conclusiones mutuas juntos.

Gradualmente, todas estas conclusiones aumentarán en una imagen, un nuevo concepto: Nosotros necesitamos un entorno diferente. Y lo construiremos con las personas que acepten la responsabilidad mutua.

Nosotros tenemos la habilidad y potencial para totalmente corregir nuestras acciones en el mundo.

Ahora depende de nosotros escoger una dirección y caminar juntos hacia la meta. ¡Una vez que nosotros pongamos una fundación altruista a través de nuestros esfuerzos mancomunados, construiremos un oasis lujuriante en medio del desierto de egoísmo!