La Civilización del Futuro: ¿Separación o integración?

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Sylvia Brunel, escritor, geógrafo, Liberación, Francia: “Durante cinco siglos, el mundo ha vivido bajo la dominación de Europa, que impuso sus valores ‘universales’, la democracia, los derechos humanos, la igualdad humana, derecho al desarrollo. Hoy el mundo mira al declive del Occidente y reclama el derecho a reescribir la historia de la subordinación al Occidente. A través de la violencia (la colonización, el comercio de esclavos), Europa ha impuesto sus valores supuestamente universales para demostrar su supremacía, pero solo engendro mendigos y marginados.

Los vagabundos son mendigos, familias mono-parentales, todos aquellos que luchan por encontrar su lugar en un mundo individualista y materialista. Marginados son extranjeros, ancianos, condenados a la soledad. Que es civilización en la cual uno encuentra su lugar solo si esta en la plenitud de vida, físicamente atractivo, en forma, con dinero y masculino?

Los Africanos consideran inaceptable la manera en que tratamos a las personas mayores. Los musulmanes se burlan de nuestro criticismo de la poligamia, pero nuestros hombres hacen poligamia una norma de facto. Los asiáticos están sorprendidos por como un individuo puede poner la avaricia por encima de los intereses del grupo. Existe mas solidaridad entre los habitantes de barrios marginales que entre los estados desarrollados, ahogándose en la burocracia. La desigualdad se ha disparado. El trabajo se ha devaluado en contra de la omnipotencia del dinero y el retorno sobre el capital.

Barbarismo esta estallando de nuestra parte cuando luchamos contra los que practican ni nuestra lengua ni nuestra religión, llevar a cabo guerras ‘justas’, que solo causan caos y violencia, las guerras por el petróleo y el acceso a las fuentes de energía en Africa. El Occidente, seguro de su éxito, esta en todas partes, con total impunidad pisoteando el valor de esas personas que supuestamente llegaron a civilizar. Como nos atrevemos a decir que una civilización es superior a los demás si ha sido construida con arrogancia, xenofilia, conquista, dominación y exclusión?

La civilización occidental, como la mas egoísticamente avanzada y desarrollada, ha conquistado el mundo entero y ha impuesto sus propios valores. Pero el resto del mundo no es un buen ejemplo a seguir. Es tiempo para el desarrollo de una nueva civilización: integral y universal, cuando todas las naciones, permaneciendo en sus propias culturas, por el bien de la supervivencia se unan por encima de todas las diferencias, a fin de ser similar a la Naturaleza.

Game Over

Imagina que enciendes tu televisor y escuchas que dicen en el noticiero: “Felicidades, compatriotas: la era de consumo desenfrenado ha llegado a su fin!” Los comentarios, probablemente, sería diversos: “Definitivamente, estamos volviendo al juego!”, “No esperaba que fuera hoy…”, “¡Finalmente alguien habló claro!” Pero, si yo fuera tú, dejaría de ver televisión por completo.

Por lo tanto, ¿terminó el juego? Sí, terminó. ¿Por qué la verdad es siempre tan desalentadora? ¿Por qué nos es tan difícil reconocer algo que, desde hace tiempo, hemos tenido enfrente? Podemos estar totalmente ciegos, pero hasta ellos pueden ver a los elefantes.

Científicos de la World Wildlife Fund, que trabajan con gobiernos, empresas y comunidades alrededor del mundo, basadas en su experiencia, conocimiento y credibilidad, afirman que los seres humanos estámos consumiendo los recursos naturales por encima del 25% de lo que la tierra puede dar y que este consumo desenfrenado está llevando a la ecología a límites dónde la vida será insostenible.

Stuart Bond, jefe de investigaciones de la WWF-UK, dijo que la humanidad ha estado viviendo por encima del límite de su “tarjeta de crédito ecológica” y, continúa; “destruyendo los recursos naturales del planeta. Esto pudiera hacerse por un corto período de tiempo, pero, últimamente, la deuda ecológica nos está llevando al agotamiento de los recursos tales como; bosques, océanos y tierras agrícolas, de las cuales depende nuestra economía.”

La economía está en crisis y, mientras escribo, está empeorando. Los medios de comunicación están haciendo intentos desesperados por convencernos de que todo está bajo control y que las cosas están mejorando. Mientras ellos cumplen lealmente sus órdenes, nosotros ignoramos las evidencias para permanecer fieles a nuestro “estilo de vida”. Exploramos todos los centros comerciales, cenamos en buenos restaurantes, pagamos altos precios por ver una película nueva, alquilamos automóviles de lujo, sudamos en balnearios y casinos, mientras, esperamos, con ansia, la edad dorada que, nos dicen, esta próxima.

“La implacable búsqueda de lo novedoso y del estatus nos encierra en la jaula de hierro del consumismo,” escribe Tim Jackson autor de Prosperidad sin crecimiento. Consumismo es un juego que, al parecer, no podemos dejar de jugar: TiVo dice ¡compra y cumple felizmente! Alucinados, corremos al almacén y comenzamos una reacción en cadena que, al final, nos tragará. Estamos apilando y apilando hasta que eventualmente seremos enterrados debajo de esos montones.

Durante miles de años la humanidad se ha desarrollado tomando en cuenta sólo las necesidades básicas. La mayoría siempre ha vivido y sigue viviendo sin lujos. Incluso la ropa solía ser pasada de generación en generación. En los últimos 100 años ha habido un despliegue de “cucarachas” altamente evolucionadas -el fenómeno de la era moderna- que prácticamente ha arruinado el planeta. Nos guste o no, tenemos que ponerle fin.

Kalle Lasn, cofundador de Adbusters Media Foundation, dice: “nuestra precipitada caida en el colapso ecológico requiere un cambio profundo en la manera en que vemos las cosas. Conducir coches híbridos y limitar las emisiones industriales está bien, pero son soluciones placebo si no afrontamos el problema básico: tenemos que consumir menos. ”

Inicialmente la industria se basó en el paradigma de “dinero-mercancía-dinero”. Pero hoy, este modelo ha perdido el elemento de mercancías básicas: vendemos y compramos dinero. Eso es en lo que se ha convertido “el comercio”: intercambiamos papel. Las dos mercancías valiosas se encuentran en la zona de necesidad básica. Necesitamos albergue y alimento y la certeza de que lo podremos seguir teniendo en el futuro. Pero una cosa que debemos entender es que el lujo fue cancelado.

La manufactura moderna apenas produce nada valioso, aunque continúa drenando los recursos naturales. Compramos e intercambiamos productos que no tienen ninguna utilidad y que pasan de mano en mano hasta que llegan a su destino final: los basureros, que en todas partes crecen incesantemente. Excepto por algunas grapas que todos necesitamos, todo lo demás son simplemente juguetes. ¿Estamos dispuestos a arruinar La Tierra por ellos?

La máquina de imprimir dinero nunca duerme, ya que los empresarios no quieren que se detenga el consumo. Sin embargo, la realidad sigue su propio programa sin que le interese lo que pensamos que queremos. Una vez que llega, lo hace con absoluta claridad: para marcar sus puntos. Es incomprensible que, cuando vemos el martillo sobre nuestra cabeza, no intentamos detenerlo, por el contrario, pensamos cómo lo podemos sobornar y evitar el dolor. Como si hubiera algo que se pudiera negociar.

De hecho, practicamos la “estrategia de avestruz”, cuando nos da miedo, metemos la cabeza en la arena. No funcionará esta vez. El problema no va a desaparecer, no importa cuánto tratemos de ocultarnos.

Sabemos que la gran mayoría de las industrias y todas las instituciones legislativas y financieras están impulsadas por la ilusión de la prosperidad final. Estos parásitos se sostienen chupando los ingresos del consumidor y reclamando la propiedad de los recursos naturales, los cuales están siendo drenados rápidamente. Por nuestra parte, con facilidad, les ofrecemos nuestra cartera, porque estamos entrenados para creer que riqueza es igual a felicidad y que las cosas materiales dan satisfacción. Somos adictos a nuevos productos, servicios y marcas; más y más cosas

El planeta está al borde de la quiebra y es el momento de preguntarnos: ¿Qué estamos pensando? Thomas L. Friedman, del New York Times, dice: “tenemos que meditar, si, dentro de unos años, cuando volvamos la mirada a la primera década del siglo XXI, y los precios de los alimentos y de los energéticos sean inalcanzables, la población mundial haya pasado los límites, los tornados destruyan las ciudades, las inundaciones y sequías marquen récords, los pueblos tengan que ser desplazadas y los gobiernos sean amenazados por la confluencia de todos — y preguntarnos: ¿Qué estábamos pensando? ¿Cómo es que no sentimos pánico cuando era tan obvia la evidencia de que habíamos traspasado todos los límites del crecimiento, del clima, de los recursos naturales y de la población?”

La crisis económica y ecológica que vivimos hoy en día nos demuestra que no podemos seguir tomando más de lo que realmente necesitamos. Podemos no querer aceptar esta verdad, pero la naturaleza nos está obligando a verlo nos guste o no. “Lo cierto es que, como especie, hemos llegado a un punto en el que ya no tenemos posibilidades de elegir entre ser radicales o realistas; los dos atributos se han convertido en uno sólo.” (Victor Wallis, Economic/Ecological Crisis and Conversion)

No importa cuán difícil sea, es hora de cambiar nuestra visión de la vida. Estamos destruyendo reservas vitales y consumiendo nuestro propio futuro. Explotamos los recursos naturales y contaminamos la tierra con nuestros residuos en una medida que excede la capacidad del planeta para auto regenerarse.

Dado que, por nuestra voluntad, somos incapaces de un cambio personal y que el crecimiento de conciencia toma tiempo, lo más probable es que seamos transformados por una crisis en forma rápida y radical. En el transcurso de las próximas décadas, se habrán reformado, totalmente, la economía, el poder y las industrias de transporte. La diferencia fundamental de cómo vamos a lograrlo radica en; si lo haremos por elección consciente o forzados a tener conciencia por la naturaleza.

Para evitar esto último, debemos utilizar todo nuestro poder mental y hacer un esfuerzo para darnos cuenta que el “paradigma de la felicidad” por medio del consumo no funciona y nunca cumple nuestros deseos, y que es hora de que pasemos al paradigma de la verdadera felicidad, donde la gente gastará menos tiempo trabajando y luchando por acumular cosas y en su lugar, utilizará ese tiempo para algo con más significado, la realización de sus capacidades internas.

Nos enfrentamos a una elección que dicta la crisis: terminamos en colapso total o creamos un modelo nuevo y estable de economía. Y definitivamente elegiremos a la segunda opción, puede que seamos de arranque lento, pero no somos idiotas.

 



Enemigo Interno

Nuestra naturaleza siempre nos ha empujados hacia delante de forma egoísta, y la hemos seguido ciegamente; en otras palabras, nosotros hemos sido instintivamente impulsados por nuestros deseos de satisfacción personal, y de esa manera ha continuado manifestándose en nosotros, luchando por bienestar, fama, poder, conocimiento – por cualquier cosa.

Como resultado, hemos alcanzado cierto nivel de saciedad, y nuestro egoísmo ha llegado a un camino sin salida; no podemos ni siquiera decir que está creciendo. Por una parte, hay una cierta línea de reevaluación de nuestros valores: “Es correcto continuar esforzándose por el logro de fama, conocimiento, bienestar y poder? Es esto el significado de nuestro desarrollo?”

Por otra parte, notamos que nuestra dependencia de los demás, nos obliga a introducir formulas económicas a nivel internacional, debemos tomar en consideración nuestra interdependencia, en otras palabras, si yo voy a sufrir, tu también sufrirás, no importa cuán egoísta parezca. Aun hoy, todavía trato de lograr mi felicidad a costa de los demás, baso mi poder en ser más fuerte que los otros, y tener más y más.

Debemos tomar en consideración la integración del mundo. Y si no respondemos a esa integración, no seremos capaces de entender la forma en que se supone deberíamos avanzar en concordancia con el mundo y la naturaleza. Hoy sentimos el reto de la naturaleza, que nos presiona con el único propósito de gradualmente empezar a cambiar y llegar a ser como ella. Esto no había pasado jamás.

Si tuviésemos que verlo desde una perspectiva ontológica, notaríamos que la naturaleza siempre nos ha empujado hacia un desarrollo egoistica. Y ahora, al contrario, nos está mostrando que ese desarrollo egoistica llego a su final; en otras palabras, nosotros hemos completado nuestro desarrollo de los niveles inanimado, vegetativo y animado, hacia donde fuimos instintivamente empujados por la naturaleza; es por esto que este nivel de desarrollo humano es denominado animado.

Pero ahora debemos desarrollarnos en este nivel “humano”, cuando entendamos y apreciemos el mundo que nos rodea hasta el punto de cambiar internamente para merecerlo. Ni el mundo ni la naturaleza nos obliga a cambiar instintivamente, a evocar esos deseos en nosotros, los cuales nos empujan a construir una sociedad, una economía, la tecnología, etc. Esto ya no existe más.

El hermoso verde

http://youtu.be/p4Y85-rexgk

 

La crisis está ocurriendo en la familia llamada humanidad. Con reparar nuestra relación, nosotros resolveríamos todos los problemas que la vida está presentándonos. Hay algunos estudios asombrosos, los que afirman que si las personas empezaran a tratarse entre sí como una familia entonces incluso la naturaleza, clima, y otros fenómenos naturales también se normalizarían.

Hoy muchos científicos ya están descubriendo una conexión entre la sociedad humana y otros niveles de la naturaleza: el inanimado, vegetativo, y animado. Necesitamos explicarnos que no tenemos ninguna elección; nosotros debemos ir a negociaciones y al entendimiento mutuo en una escala global. Ésta es la primera cosa que debemos hacer.

Hay también leyes de la naturaleza interna humana: la psicología de una persona, la psicología de la sociedad y la familia, las relaciones entre los padres y niños, y las relaciones entre los niños. Es necesario saber que la psicología de todas las relaciones humanas, la naturaleza animal humana: el pequeño y el grande, padres y niños, el viejo y el joven, todas las capas humanas, en todas las direcciones. Si yo conozco la naturaleza humana y la manera de arreglar las relaciones entre nosotros, yo podré construir una sociedad humana dónde todos seremos cómodos y felices.

Todos tendremos que comprometernos. Después de todo, todos quieren ser respetados y admirados. Por otro lado, si nosotros vamos a educar a una persona que uno beneficia y gana respeto, apoyo, y asistencia cuando él está en condiciones iguales con otros, entonces él aceptaría esto alegremente. Una persona verá que en un sistema dónde todos dependemos unos de otros las cosas no pueden ser de ninguna otra manera.

Está claro que el ego humano constantemente intentará luchar y deseará gobernar sobre otros. Para equilibrarlo, hay un instrumento poderoso como la opinión pública. Después de todo, es la sociedad que nos influencia y educa. La opinión pública y la influencia de sociedad son los factores dominantes y obligatorios para formar un ser humano.

El ego y la opinión pública

Cuando analizamos la naturaleza del comportamiento humano, descubrimos que este es manejado por el Ego, el cual se preocupa por dos cosas solamente: sentir placer y evitar dolor. Si nos examinamos con detalle, notaremos que aparte de las necesidades básicas, nosotros heredamos todos nuestros deseos de la sociedad en que vivimos: que comemos, como nos vestimos, la profesión que escogemos, los bienes que deseamos fervientemente, y hasta nuestras actitudes hacia el resto del mundo. Adquirimos nuestras preferencias de aquellos a quienes fuimos enseñados a respetar y admirar.

Más aun, una vez que nuestras necesidades básicas están cubiertas, algunos desarrollan un deseo de controlar a otros y aprovecharse de ellos. Después de determinar que queremos, nosotros comenzamos a buscar la forma de obtenerlo. Esta es la razón por la que somos tan dependientes de la sociedad, es quien alimenta nuestros deseos y nos provee de los medios para satisfacerlos.

Es por eso, que si nosotros construimos una sociedad que valore la cooperación y la compasión por los demás, evitaremos el egoísmo, el consumismo, la búsqueda de fama y fortuna y de poder como una forma de obtener reconocimiento y aprobación del prójimo.

De alguna manera o de otra, el Ego demanda conexión con la sociedad mientras se mira a sí mismo como el controlador. Pero la sociedad puede implantar en nosotros, valores opuestos sin destruir nuestro ego: Alcanzar la grandeza, sentirse orgulloso, ser todo lo que puedas ser y aun más! Pero hacerlo de una manera constructiva envés de destructiva.

En otras palabras, el ego, el cual es usado para lograr beneficios personales a expensas de otros, puede gradualmente ser transformado a través de la influencia del ambiente y la sociedad en que vivimos.

Imaginen a alguien lanzándose a la presidencia o aplicando por un cargo de elección popular. Cuáles son sus objetivos? Estar en el poder, probar que ellos son más capaces! Ellos quieren manejar el gobierno, hacer nuevas leyes, y establecer un nuevo orden. Sin embargo, que le dicen al pueblo? Algo como “Nosotros serviremos a todos, trabajaremos por el bien público; los trataremos a todos como si fueran parte de nuestra familia”

Esto es un ejemplo de cómo una conexión con la sociedad compele a una persona a mostrar intenciones altruistas, aun que sean meras palabras, empujado realmente solo por intenciones egoístas y luchando para lograr su beneficio personal. Imagínense si la sociedad pudiese ciertamente inducir actitudes altruistas en nosotros, envés de simples palabras vacías!

Cuando un candidato compitiendo por la presidencia hace promesas- “Yo creare empleos,” Yo proveeré viviendas, estabilidad financiera” y muchas cosas más- la sociedad debería auditar su gestión y hacerlo responsables. Si los candidatos desean ser elegidos, ellos deben estar conscientes que serán auditados por las promesas hechas. A cambio, la gente les reconocerá y valorara sus liderazgos. Ellos se ganaran el respeto, el poder, y la aprobación del pueblo de acuerdo a sus esfuerzos para servir a sus constituidos.

Igualmente, no podemos quejarnos ni culpar o demandar a alguien para que cambie, ya que es inútil e irrealista. Envés, nosotros podemos influenciar a una persona (sea un líder o no) indirectamente, a través de la opinión pública a que con mucho gusto acepte las responsabilidades asignadas así como el seguimiento de su gestión.

Este tipo de metodología crearía un ambiente alentador para que las personas se adapten a conductas de acuerdo a la naturaleza de la sociedad, tal como una planta crece y se comporta de acuerdo a la temperatura, la humedad, la presión atmosférica y otras condiciones ambientales. Aun mas, el proceso en si mismo será agradable y gratificante, como cuando un niño disfruta el jugar con otros niños y aprende al mismo tiempo.

 

Ego: Jugando un juego altruista

BLAH! No tiene mucho sentido entrar en la discusión de cómo cada uno de nosotros debe cambiar, ya que todos estamos moldeados por un entorno inmediato, la familia, la escuela y la sociedad. Sin embargo, si empezamos a actuar como si estuviéramos jugando a un juego divertido llamado “altruismo”, se convertirá en el juego más atractivo que alguna vez hayamos jugado, uno que cambie la vida. Será tan divertido que estaremos encantados de dedicar todo nuestro tiempo libre a la creación de un buen ambiente, fundado en la responsabilidad mutua. Nuestros egos se unirán al juego con mucho gusto, porque todo lo que al ego le importa es sentirse bien.

De hecho, es fácil cambiar cuando se esta motivado por el apoyo mutuo. Sólo tenemos que aceptar la responsabilidad mutua. Esta es nuestra “alfombra roja” para el futuro que todos deseamos, una vida de equilibrio, la paz, la prosperidad y la seguridad. La responsabilidad es la capacidad de elegir cómo responder a nuestro egoísmo, y en esta etapa de nuestra evolución individual y colectiva, se nos requiere que empecemos a usar la responsabilidad para servir a nuestros intereses comunes.

Puede surgir la pregunta: Si es tan fácil, ¿por qué no hemos hecho esto antes? La verdad es que nuestro egoísmo ha ido evolucionando, y hasta ahora, no hemos podido reconocer su magnitud y en qué medida está dispuesto a empujarnos en la búsqueda por el placer. Nos convencimos de que el ego nos ayuda a avanzar a través de la competencia para ganar, y que impulsa el progreso, tanto personal como colectivo. Nunca lo consideramos destructivo.

Sin embargo, miren cómo nos ha separado. Estamos separados, alienados, y adueñados de si mismos. Nunca soñamos que esto nos llevaría a la devastadora destrucción que estamos presenciando hoy en día. Sólo hasta ahora empezamos a darnos cuenta del camino traicionero hemos estado pisando, y la condición peligrosa en la que estamos. Por lo tanto, ahora es el momento de comprender que la única manera de cambiarnos es construyendo una nueva sociedad.

Al igual que en una incubadora o un invernadero, una sociedad mutuamente responsable nos puede hacer capaces y dispuestos a elevarnos por encima de intereses personales por amor al bien común. Y la parte más asombrosa de todo es que con el apoyo y la participación de todos, hasta nuestros egos obtendrán placer, ya que la sociedad valorará la aportación única de todos y cada uno de nosotros, dado que nuestras contribuciones únicas serán cruciales y deseadas.

Imaginen lo increíble que seria nuestro futuro, si toda la humanidad comenzará a aplicar el egoísmo de una manera positiva y benévola, así que cuando una persona se conecte con los demás, él o ella sentirán afinidad y afecto hacia ellos, como si todos fuéramos una familia, o un solo organismo. Nosotros seriamos capaces de sentir y entender a cada persona y al mundo entero.

Una vez que comencemos este proceso, seremos capaces de experimentar a la humanidad dentro de nosotros mismos. Nos daremos cuenta de que la naturaleza nos ha traído hasta esta etapa notable en nuestra evolución con el fin de hacernos sentir que somos un colectivo integrado hecho por todos y cada uno. Cuando lo podamos sentir, seremos capaces de utilizar correctamente la principal fuerza impulsadora de nuestras vidas, nuestro egoísmo, que nos distingue y nos eleva por encima del nivel animal. Utilizándolo de manera constructiva, vamos a transformarnos a nosotros mismos y a elevarnos por encima del nivel humano en el que hemos nacido, hacia en el nivel humano de existencia.

In the pictures: Dr. Patch Adams, MD

 

 

Es difícil divorciarse del mundo

Estamos siendo testigos de un nuevo y fascinante fenómeno – nuestra sociedad se esta volviendo integrada. Ya no se trata solo de bancos e industrias estableciendo alianzas alrededor del mundo, intercambiando materia prima, mercancía, suministros de comida, etc.

Hoy en día, incluyendo las culturas mundiales y sistemas educacionales se están convirtiendo fusionando en un compuesto único y universal. Todos los elementos están ínter-conectados y son ínter-dependientes en todos los sentidos.

No es casualidad que los medios modernos han hecho posible que todos estén informados de todo lo que esta pasando en el mundo. Dicha transparencia permite que la personas se conecten de una manera completamente nueva – cruzando divisiones raciales, culturales y nacionales. También nos pone en un grado de mayor dependencia mutua que nunca antes había existido.

Cuando existe este tipo de dependencia en una familia estrechamente conectada, cuyos miembros se preocupan unos por otros, los beneficia a todos. Cada uno es responsable por los demás, nadie se queda atrás. De lo contrario, la familia se desmorona.

El problema es que, precisamente, porque hemos sido integrados a escala global, simplemente no podemos divorciarse entre sí. A pesar de que el odio y el desprecio pueden proliferen, no cambia el hecho para nada.

Con cada día que pasa, nuestra interdependencia se vuelve mas fuerte. En el pasado, cuando individuos o naciones se enfrentaban, lo peor que podían hacer era simplemente “eliminar” al rival. Hoy en día, el mas pequeño de los conflictos esta plagado con inmensas consecuencias mundiales. Dejando las opiniones a un lado, cada vez es mas y mas obvio que toda persona en el mundo es dependiente de(y responsable por) todos los demás.

Esto nos presenta con un grave problema, porque nuestros arsenales crecen en su poder destructivo, nuestros corazones permanecen llenos de envidia, lujuria por el control, crueldad y maldad. Este odio mutuo nubla nuestro sentido común, y si continua incrementando, fácilmente podríamos terminar destruyendonos a nosotros mismos.

Esta claro que la naturaleza nos esta empujando hacia una mayor mutualidad e interconectividad, lo cual es inevitable, como en una familia que no puede divorciarse. Entonces que hacemos al respecto? Necesitamos encontrar una solución. Y la solución es clara e inequívoca: restaurar la paz “en la familia”, en el hogar que es nuestro planeta, entre todas las naciones y personas. Esto no se puede lograr con acciones agresivas, pero solo por el libre albedrío de todos, realizado con completa integridad.


Crecimiento ecolgizado.

Las palabras “Economía” y “Ecología” provienen de la palabra griega “Ecos”, que significa “hogar.” En otras palabras, Ecología es la ciencia que nos dice cómo organizar nuestro hogar en el planeta tierra y la Economía establece las reglas que deben operar este hogar. Por lo tanto, no deberíamos separar ecología de economía.

Tanto la Economía como la Ecología tienen sus propias leyes naturales. Y si construimos una economía artificial, en basa a reglas inventadas por nosotros en lugar de, en las leyes de la naturaleza, iremos directamente a la quiebra. La naturaleza es un hogar vivo, masivo, complejo y armoniosamente diseñado. Al interferir con ella y violar sus leyes, provocamos la crisis. Toda la economía debe ser reconstruida para que pase de ser una economía de consumo a ser una economía ecológicamente correcta: una economía de consumo razonable.

 

 

Economía Humana

En toda la historia, la humanidad nunca a vivido en una era de globalización tan íntima, como lo vivimos hoy… La economía de un país nunca ha sido tan dependiente en la economía de otros países, y el destino de la gente en un país nunca ha sido tan dependiente en el destino de la gente en otros países. Ciertamente, la crisis actual esta afectando a todos, en todas partes.

Es con buena razón que el periodista, Thomas Friedman, argumento en el medio de la crisis que era “Tiempo de reiniciar América” Las leyes que definen las relaciones entre individuos en la sociedad han cambiado dramáticamente, por consecuencia, la economía-que refleja esas interconexiones-debe seguir el mismo camino.

Aun, esto no puede ocurrir por medio de las restricciones y regulaciones, porque es evidente que nuestro deseo de disfrutar solo crece a través de los anos. Por lo tanto, si en verdad lo queremos, nunca vamos a poder invertir el paso del tiempo. Mientras que desarrollamos, constantemente ideamos nuevos medios para “ganarle al sistema.” En vez de gastar el dinero de los contribuyentes de impuestos tratando de revertir una situación irrevertible, debemos cambiar nuestro enfoque hacia la economía y el negocio desde el nivel de la raíz.

La solución es empezar desde el punto donde la crisis comenzó-la confianza perdida en relaciones humanas. Lo que se ha revelado claramente es que no confiamos el uno al otro: gente no confía en los bancos; los bancos no confían en empresas clasificadoras, quien no confían en los accionistas de las empresas, que no tienen confianza en asesores financieros, que no tienen confianza en comerciantes, que tienen cero de confianza en gobiernos, que simplemente no confían en nadie. Punto. No obstante, a pesar de la desconfiansa, nos encontramos dependientes el uno del otro. Y lo mas consciente somos, menos queremos dañar el uno al otro. Muchas personas se dan cuenta; ahora debemos cambiar esa realización en acción.

Primer Paso; Restaurar la Confianza
Junto con la ofrenda a las economías débiles, países deben explicar a sus ciudadanos que ahora estamos viviendo en un nuevo mundo. Así, el primer paso en este plan de fianza es hacer que la gente entiendan y sientan la interdependencia que tenemos el uno con el otro. Cuando personas ven que su bienestar depende en su relación con otros, serán los reguladores naturales que los políticos están buscando.

De hecho, cuando una fuerte opinión publica promueve valores y colaboración, eso afecta aun los que inicialmente siguen viviendo con las mismas reglas egoístas. Una ilustración de este principio se mostro una semana después que AIG, quien recibió cientos de billones en dinero de fianza, dio bonificaciones grandes a sus ejecutivos, la mayoría de ellos lo devolvieron. No podían enfrentar la crítica pública. Por consecuencia, fueron consientes del perjuicio de su aproximación egoistica que naturalmente causa que limitemos nuestras actitudes de beneficio propio, y esto facilitara el principio de una era sin crisis.

Segundo Paso: El Replanteo del Consumo
Consumismo nos causa querer productos que no necesitamos, simplemente para mejorar nuestra posición social. Transmitiendo información de las reglas del nuevo mundo nos ayudara a entender cuales valores deben prevalecer en nuestra sociedad, para que podamos crear una manera de vivir mas balanceada. Como resultado, productos que se mantienen en el mercado serán los que son verdaderamente necesarios, y la publicidad de productos que nos causa hacer otra compra redundante será condenada. Aplicando este cambio necesario en prioridades causara un alivio de recursos y tiempo, y nos dejara invertir en los lugares desechados de nuestras vidas, como amigos y familia, y así mejoraremos la cualidad de nuestras vidas.

Tercer Paso: Capitalismo-Social
En la edición de Enero-Febrero 2011 de Harvard Business Review, Profesores Michael Porter y Mark Kramer publicaron un concepto revolucionario. Capitalismo Tadicional pertenece a la historia, escribieron. Ahora es el momento para “un nuevo nacimiento de capitalismo, la cual moverá “la responsibilidad social de la periferia al núcleo de la mentalidad de las compañías.”

Compañías deben intentar producir beneficio y crear valor económico, sin embargo no para los accionistas y sus jefes, sino para la buena sociedad “por tratar sus necesidades y desafíos.” Negocios deben re-conectar el triunfo de la compañía con progreso social, ” si no, concluyen Porter y Kramer, negocios nunca escaparan el ciclo vicioso en la cual están atrapados hoy y su situación empeorara tras el tiempo.

Ciertamente, hay mucha verdad en las palabras de Porter y Kramer. Hoy, cuando una compañía pone un nuevo producto en el mercado, quiere “ampliar su cuota de mercado,” o simplemente “robar” clientes de otras compañías en el mercado. Pero esto es exactamente el enfoque que trajo la crisis financiera desde el principio! En vez de tratar de obtener beneficio al costo de otros, compañías deben competir para crear el mayor beneficio para toda la sociedad.

Cuando firman un contrato, el dueño de una compañía debe reflexionar “ Se benefician todos por el trato que estoy cerrando ahora?” Si el contrato en realidad beneficia a todos, entonces todos, incluyendo el dueño de la compañía, beneficiaran de él. Después de todo, en el mundo de hoy-en-día, todos estamos interconectados, y cada acción individual nos impacta.

Cuarto Paso: Los Nuevos Tipos de Compañías y Negocios
Es tiempo de redefinir el éxito en negocios y finanzas. Una compañía exitosa debe ser una que vende productos a sus clientes, paga salarios decentes a sus empleados (incluyendo pensión, aseguranza, y vacaciones), y esta basado en una operación balanceada. Una operación balanceada significa que las ganancias del negocio cubren todas sus inversiones y gastos, pero no se beneficia más allá de eso.

En esta manera, los dueños de estas compañías se permitirían el lujo de reducir los precios de sus productos para que sean asequibles a muchas mas personas. Si hay ganancia que sobra, podría ser donado a un fondo que ayuda garantizar que todas las personas en el mundo tendrían un buen nivel básico de vida. Se pueden asegurar, que no estamos hablando de abstención o austeridad. Si todos los participantes cambian su manera de pensar de máximo beneficio propio no importa las consecuencias, a ganar lo que es necesario para vivir una vida respetable, descubriremos que el planeta tiene muchos mas recursos para ofrecer de lo que podemos usar, y juntos prosperaremos.

Mucha Mas Motivación y Satisfacción
Como podrán los dueños de compañías y sus empleados conseguir la motivación necesaria para despertar en la mañana y ser exitoso cuando no hay estimulación financiera? La respuesta es simple: La estimulación sugiera del nuevo nivel social-personas y compañías son apreciados de acuerdo a sus contribuciones a la sociedad. En este caso, nuestro deseo natural de competir-con el beneficio de la sociedad como nuestra meta-nos causara crear una sociedad más justa y equilibrada.

Clarificaremos. Trata de contestar la siguiente pregunta: Que ganan dueños de compañías con ceros adicionales en sus cuentas bancarias? Usan todos los millones que tienen? Verdaderamente disfrutan de esos ceros adicionales que tienen? La satisfacción que reciben de esos ceros es solo condicional, dependiente del sentido de poder y principalmente el respeto que viene con la riqueza.

Pero que pasaría si los dueños que sentirían la misma satisfacción que reciben de la riqueza excesiva, lo recibirían por medio de acciones que beneficiaran a la sociedad? Si la sociedad respetaría a personas que contribuirían a la sociedad y condenarían a personas que lo exploitarian, personas ponderosas naturalmente usarían su poder para contribuir a la sociedad, porque somos todos seres sociales y todos nosotros, incluyendo dueños de compañías, somos influenciado por medio de la sociedad. Mientras que esta propuesta quizás sea e utópica, puede materializarse si nuestro entorno empieza a apreciar valores pro-sociales.

A fin de cuentas capitalismo debe seguir siendo capitalismo, pero en vez de pisotearnos, debemos competir en contribuir lo más que podamos a la sociedad y crear los mejores productos de buena cualidad al mejor precio, para que tantas personas como sea posible puedan disfrutarlos. El articulo de Sir Richard Layard titulado “Now is the time for a less selfish capitalism,” publicado el 11 de Marzo del 2009 en The Financial Times, sumo muy bien el nuevo enfoque que sugerimos aquí, donde escribe, “Necesitamos un capitalismo mas humano, basado no solo en mejor regulación pero en mejor valor. No necesitamos una sociedad basado en competición Darwaniana entre individuos. Mas allá de la subsistencia, la mejor experiencia una sociedad puede proveer es el sentido que otras personas están a tu lado. Ese es el tipo de capitalismo que queremos.”