Mucha gente no entiende cómo el fracaso de nuestro sistema educativo puede ser debido a la falta de unidad entre nosotros. De hecho, lo que hoy día se llama “educación” ofrece el conocimiento, pero no fomenta el desarrollo de un ser humano. Las escuelas no educan a los niños para ser personas felices y funcionales, sino que saimplemente proporcionan una cierta cantidad de conocimientos en matemáticas, historia, física, y otros temas.
La sociedad espera que el sistema educativo le ayude a criar a un niño, pero, de hecho, apenas hace el trabajo. Cada vez es más claro en los resultados y en las materias cursadas. ¿Cuántas lecciones y discusiones en clase están encaminadas a respaldar a un ser humano? ¿Existe tal preocupación? Incluso cuando los educadores se preocupan por esto, sus manos están atadas por las regulaciones gubernamentales y los conflictos por las demandas de los padres. Los programas escolares están llenos de ciencias y “humanidades”, pero no parece que podamos descifrar por qué estamos teniendo tantas dificultades con nuestros hijos. Cuando terminan la escuela, los problemas se intensifican.
Hoy en día, las escuelas producen trabajadores capacitados para laborar en diversas empresas (ya sea un ingeniero o un mecánico de automóviles). La tarea de la educación es preparar una “unidad” para que ocupe su lugar en el sector de la industria. Las juntas Directivas de nuestra educación no califican en que tipo de persona uno se convertirá, o como vivirá la persona, ni tienen modelos viables sobre cómo hacer esto. Eso es porque el sistema educativo no establece una meta de elevar a una persona sana, al ser humano.
El sistema educativo nunca se ha dirigido a esto. La escuela tal como la vemos hoy, fue inventada con el propósito de enseñar a las personas que trabajaban la tierra y criaban ganado a leer y a escribir para que pudieran trabajar con máquinas, entender las leyes básicas de la ciencia, y siguieran las instrucciones. Tal fue la base de la escuela moderna y se mantiene hoy en día.
Ahora, debemos avanzar hacia el verdadero sistema de “educación y esto es algo completamente nuevo. No se define por el número de clases o cuáles clases una persona haya tomado. Un ser humano es aquel que siente su relación con todos los demás. Sólo esta conexión le permite a una persona ser llamada ser humano, no la cantidad de conocimientos adquiridos.
Si tenemos éxito en la obtención de conocimiento por sí solo (digamos que en química y física), sólo ayudará a la invención de sustancias nocivas y armas mortales, los conocimientos adquiridos en la escuela se combinaran con el egoísmo exagerado en el mundo. Nuestros niños aprenden a usar a los demás con sus conocimientos recién adquiridos, lo que define su éxito en la vida. La educación sólo es determinada por la profesión elegida y por cuánto paga. ¿Es eso educación?
La educación de hoy determina la profesión que uno debe elegir, la que más pague. ¿Puede esto llamarse la educación? Tenemos que diseñar un nuevo sistema educativo que enseñe a nuestros hijos a ser seres sanos en el nuevo desarrollo del mundo global, un sistema que nutra en lugar de solo darles lecciones, y que la enseñanza sea por medio de ejemplos de altruismo, y conducta equitativa.
Si la gente ve que hay un nuevo sistema que ofrece una verdadera educación para sus hijos, responderá de manera inmediata, porque el problema de la educación es evidente para todos. Hoy la gente ni siquiera quiere tener hijos porque no tienen nada que ofrecerles. Prefieren no traerlos a este mundo de sufrimiento y dolor.
Por lo tanto, debemos darnos cuenta de que todos los problemas de la sociedad y de nuestras vidas personales son causados únicamente por la falta de conexión entre nosotros.